Dicen que los hijos se parecen más a su generación que a sus padres. De hecho, el mundo y la sociedad se empeñan en moldear a los niños para convertirlos en adultos “en serie”, a imagen y semejanza del resto, en un proceso a través del cual les arrebatan parte de su individualidad.
No cabe duda de que todos reflejamos la época que nos tocó vivir y la sociedad en la que hemos crecido. Sin embargo, los padres también pueden poner su granito de arena. Los valores y las actitudes que se aprenden en casa perduran, de una forma u otra, y pueden convertirse en tesoros muy valiosos que guíen a los niños hacia una vida más plena.
Las enseñanzas contracorriente que deberías transmitirles a tus hijos
5. A asumir su responsabilidad. En una sociedad donde la responsabilidad se diluye nivel por nivel y todos la rehuyen como si fuera la peste, porque es más fácil culpar a los demás que hacer examen de conciencia, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos a tomar las riendas de su vida y asumir la responsabilidad por sus acciones. Me gustaría que les enseñaran que muchas veces, para obtener algo, es necesario hacer sacrificios. También deberían enseñarles a no culpar al destino, a la suerte o a los demás por sus errores, y a pedir perdón cuando se equivocan.
7. A asumir riesgos. En una sociedad que nos ha transmitido la idea errónea de que podemos tener todo lo que deseemos sin renunciar a nada y con el mínimo esfuerzo posible, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos que cada decisión siempre implica una renuncia, en uno u otro sentido, porque por cada camino que elegimos, siempre hay un camino que abandonamos. Los padres deberían enseñarles a sus hijos a aceptar que existe la posibilidad de perder, así dejarán de tenerle miedo al fracaso y podrán asumir nuevos desafíos con la menta abierta y el corazón dispuesto.
8. A ser flexibles. En una sociedad azotada por la rigidez, tanto a nivel político como religioso y de pensamiento, una lacra que provoca continuamente nuevos conflictos, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos a ser flexibles, a comprender que todo está en continuo movimiento y que la inmovilidad es tan solo una falsa ilusión. Al enseñarles a ver la vida en movimiento también les animan a abrazar la incertidumbre, a abrirse a los acontecimientos y estar preparados para afrontarlos. De esta forma los niños también aprenderán a priorizar y sabrán cuándo es el momento de cambiar sus metas y redirigir sus esfuerzos en otra dirección.
10. A asumir que la vida no es justa. En una sociedad que muchas veces premia a quien menos lo merece y que destilapositivismo ingenuo, me gustaría que los padres les enseñaran a sus hijos el valor del realismo, que les enseñaran a levantarse cada vez que caen. Educar en la resiliencia significa enseñarles que la vida no siempre será justa, pero a pesar de ello vale la pena seguir avanzando porque esos reveses pueden hacerles más fuertes. De esta forma aprenderán a no lamentarse cada vez que surja un problema sino que pondrán manos a la obra para encontrar una solución.
Por supuesto, el camino no es sencillo y es probable que te equivoques mientras lo recorres pero lo más importante es educar desde la humildad, el respeto y el amor, teniendo en cuenta que una vez que una mente se abre a una nueva idea, jamás vuelve a ser la misma. Por tanto, disfruta de tus hijos e intenta sacar la mejor versión de ellos, esas cualidades que los hacen únicos y especiales.
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José Rabadán, tenía 16 años y mató a sus padres y a su hermana, disminuida psíquica, con una katana, porque pensó que de esa forma podría hacer su vida tranquilo. Raquel e Iria, de 17 y 16, mataron a una compañera de clase porque querían descubrir lo que se sentía al matar y hacerse conocidas.
Javier Rosado, de 21 años, junto con un amigo de 17, mató a un transeúnte seleccionado al azar. “El Nano”, de 13 años mató de una pedrada a un amigo de 10, porque éste último le había insultado. Antonio Molina, de 14 años arrojó a su hermanastra de 6 por una tubería de distribución de agua donde murió asfixiada, porque sentía celos de ella. Enrique Cornejo y Antonio Aguilar, de 16 años ambos, violaron y apuñalaron a un niño de 11.
Niños asesinos: datos y explicación desde la Psicología
A pesar de que cada caso es único y cada autor tuvo motivos distintos para llevarlos a cabo, todos tienen elementos comunes: los crímenes fueron cometidos por menores de edad y tuvieron lugar en España.
Por supuesto, los mencionados no son los únicos casos de asesinatos llevados a cabo por menores que han ocurrido en el país, existen más, aunque estos han pasado a la historia por la violencia ejercida y las motivaciones de los autores.
¿Por qué un menor de edad comete un crimen de esta magnitud?
Resulta escalofriante pensar que desde una edad tan temprana, los menores pueden llegar a cometer actos de tal violencia, como la manifestada en los casos expuestos anteriormente y la pregunta que nos hacemos ante estos hechos es: ¿Cómo puede llegar un menor a experimentar tales actos de violencia?
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Evidencias científicas: desde la personalidad hasta los conflictos emocionales
Los expertos que estudian estos fenómenos violentos alegan diversas causas. Echeburúa relata dos posibles hipótesis al respecto, una de ellas defiende una impulsividad extrema causada por un daño cerebral que afecta a los mecanismos que regulan la conducta y, la otra, hace referencia a una vulnerabilidad de tipo biológico o psicológico.
Por su parte, el profesor de la Universitat de Barcelona Antonio Andrés Pueyo alude a factores de personalidad y de oportunidad. Este autor defiende que en determinadas situaciones emocionales se desencadenan una serie de actos violentos que pueden acabar en un homicidio sin que haya mediado previamente el deseo de matar. Otras teorías afirman que los predictores que explican la violencia en general, también son explicativos para los casos en que se llega al asesinato u homicidio.
Algunos de estos factores serían: factores perinatales, estilos educativos y de crianza muy rígidos o permisivos, no haber desarrollado un buen apego en la primera infancia, bajo autocontrol, bajo rendimiento académico, vivir en zonas conflictivas, tener actitudes antisociales, haber sido víctimas de maltrato o abusos sexuales en la infancia, consumo de alcohol y drogas y problemas o trastornos psicológicos, como por ejemplo son: el trastorno de personalidad antisocial o la psicopatía.
Trastornos psicológicos de fondo
En estos últimos, los problemas psicológicos se apoyan otras corrientes teóricas que afirman quelos trastornos psicológicos son los factores que marcan la diferencia entre quienes matan y aquellos que no lo hacen a pesar de estar expuestos a los mismos factores de riesgo (Farrington, 2012).
Otros factores que también han sido objeto de observación son el temperamento de los menores, el desarrollo moral, la autoestima, y la ausencia de empatía, aunque no debe olvidarse, que una adecuada y correcta educación puede minimizar los efectos nocivos que el ambiente y la predisposición genética puedan tener en el menor y reducir de este modo la predisposición a cometer actos violentos.
Dato: 54% de los menores homicidas sufren un desorden de personalidad
Un estudio llevado a cabo en España con niños y adolescentes condenados por homicidio, arroja datos muy reveladores con respecto a este tema: un 54% de aquellos que habían cometido un homicidio padecía un trastorno de la personalidad o conducta antisocial, un 4% había cometido el asesinato bajo los efectos de un brote psicótico y el 42% restante, eran chicos y chicas normales que vivían en familias aparentemente normalizadas.
La conclusión a este fenómeno, como puede observarse, no es clara y la literatura que encontramos al respecto es variada y alude a varios factores que convergen y desencadenan en un hecho de violencia extrema, como el homicidio. Por lo que no podemos hablar aisladamente de oportunidad para el crimen, factores psicológicos, genéticos o ambientales, sino de la confluencia de ellos. Y siempre tener presente, al igual que concluía Heide que los menores asesinos tienden a tener una historia previa de delitos o conductas antisociales.
Nuria Guzmán Ramírez-Psicóloga web origen: psiologiaymente
Mientras en la sociedad occidental el sexo está dejando de ser un tema tabú, en muchos hogareshablar sobre ello todavía es un tema complicado. El sexo aparece en la televisión, en el cine, en las revistas e incluso los carteles publicitarios, pero de puertas para dentro, sigue siendo un tema incómodo y vergonzoso, y muchos padres se resisten a tener este tipo de conversaciones con sus hijos.
El mundo está cambiando mucho en las últimas décadas debido a las nuevas tecnologías y la exposición y repercusión mediática que tiene el sexo, hace necesario una correcta educación sexual desde los distintos agentes educativos, especialmente desde la familia. La forma clásica de practicar sexo ha ido dejando paso a formas más diversificadas de relacionarnos sexualmente.
Un estudio confirma la importancia de hablar de sexo en la familia
Si eres padre te interesará saber que un reciente estudio ha demostrado que hablar con tus hijos sobre sexo es beneficioso para ellos. Esto es especialmente importante para los adolescentes, pues tratar el sexo como algo prohibido puede condicionarles de manera negativa para el resto de sus vidas. La correcta educación sexual puede prevenir enfermedades de trasmisión sexual, trastornos sexuales, mejorar las relaciones de pareja en el futuro, etc., es decir, puede mejorar la salud tanto emocional como física de tus hijos y afectar positivamente a su bienestar futuro.
Un estudio llevado a cabo por Laura Widman de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y publicado en JAMA Pediatrics afirma que hablar de sexo con los padres, especialmente con las madres, tiene un efecto positivo en el comportamiento sexual más seguro de los adolescentes, especialmente entre las chicas. Para realizar el estudio se revisaron 52 estudios de los últimos 30 años en los que habían participado más de 25.000 adolescentes.
La comunicación sobre sexo entre padres e hijos favorece el sexo seguro
Los resultados del estudio realizado por Widman y sus colaboradores confirman el efecto positivo de las charlas padre-hijo respecto al sexo. La asociación entre la comunicación con los padres y la utilización de métodos contraceptivos en adolescentes sería significativamente más frecuente en mujeres que hombres. Por tanto, las conversaciones centradas en estos temas son un factor de protección para la juventud y es la mejor manera de prevenir conductas sexuales que pueden afectar a la salud mental y física y al bienestar de los adolescentes.
Las malas prácticas sexuales y las conductas asociadas a actitudes de riesgo es un importante problema debido al riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados. Por eso, la comunicación entre padres y adolescentes es uno de los factores que podría provocar unas relaciones sexuales más seguras entre jóvenes, incluyendo el uso de anticonceptivos. Por desgracia, esto no siempre ocurre debido a la vergüenza o al desconocimiento.
Hablar de sexo con tus hijos es protegerles
Laura Witman, la directora del estudio, explica: “Hablar de sexo con tus hijos es una manera de protegerles. Empezar este tipo de conversaciones, pese a que puedan parecer un poco incómodas, van a ayudar a tu hijo y van a hacerle sentir que pueden confiar en ti”. Además, Witman añade: “En el estudio hemos encontrado que los hijos de los padres que les hablaban sobre temas como los preservativos o las enfermedades de transmisión sexual, eran más propensos a tomar precauciones durante el acto sexual”.
La autora del estudio también explica que la razón por la que las charlas sobre sexo en la familia son más productivas entre madre-hija es porque las mujeres tienen más facilidad a la hora de comunicarse que los chicos y los hombres. Por otro lado, “también podría ser que la sociedad sea más protectora con las chicas en este sentido, por eso los padres procuran protegerlas”.
Respecto al papel de los padres en las conversaciones sobre sexo: “Realmente hay poca investigación en esta línea que esté centrada específicamente en los padres. Aún y así, este estudio envía un mensaje a los padres: lo que éstos digan a sus hijos, importa”, dice Witman.
Razones por las que hablar de sexo con tus hijos
A muchos padres todavía les resulta complicado dar a sus hijos una buena educación sexual cuando ellos no la han recibido. Abordar este tema puede ser difícil y es necesario encontrar el camino y la manera de poder hacerlo de forma natural. Pero es necesario abordar este asunto en la familia para que los hijos puedan experimentar la sexualidad en toda su plenitud.
Ya que hablar de sexo con tus hijos les va a beneficiar, éstas son algunas de las razones por las que debes hacerlo:
- Cuando los hijos tienen preguntas, los padres, gracias a su experiencia y debido al amor que sienten por ellos, son la mejor fuente de respuesta.
- Puede ser traumático para un hijo vivir su adolescencia sin estar preparado sexualmente.
- Los hijos necesitan aprender sobre sexo. Mejor recibir educación de los padres, que recibir mala educación de los medios de comunicación.
- Cuando los hijos no tienen suficiente información, son fácilmente influenciables.
- Hablar de sexo crea confianza entre padres e hijos.
- Los hijos necesitan disfrutar plenamente de su sexualidad sin miedos ni inseguridades.
Juan Armando Corbin – Psicólogo de las organizaciones web: https://psicologiaymente.net